viernes, 1 de junio de 2012

Yacimientos Arqueológicos más antiguos de América


Publico a continuación algunos  artículos sobre los más antiguos yacimientos Arqueológicos de América, que han sido descubiertos y que cambian radicalmente la historia sobre el poblamiento Tardío del continente Americano:

1-Artículo extraído de wikipedia, la enciclopedia libre   

MONTEVERDE – CHILE. Es un importante yacimiento arqueológico descubierto en 1.976. . Es un asentamiento humano del   Pleistoceno tardío,  ubicado en el sur de Chile. 

Ubicación de Monte Verde en América
Hace 12.500 años un pequeño grupo humano habitaba las inmediaciones de la actual ciudad de Puerto Montt en las cercanías del Río Maullín.  Sus restos arqueológicos fueron excepcionalmente bien conservados por causas naturales fortuitas que permitieron la formación del sitio.  En 1997, luego de la verificación de sus datos por un grupo de científicos, reconociéndolo como el sitio más antiguo de América habitado por seres humanos que se haya podido verificar hasta el presente, el descubrimiento puso fin al  Consenso de Clovis que postulaba el poblamiento tardío del continente Americano  y dio inicio a nuevas ideas como la del Poblamiento temprano.  
Ubicación Monte Verde


El yacimiento : La casualidad permitió que este sitio se mantuviera perfectamente bien conservado, incluyendo carne y cuero de mastodonte, cuerdas, estacas, maderas, gran cantidad de restos de alimentos y excrementos y hasta las pisadas de un pie pequeño. Esta conservación se produjo por el ascenso del nivel del agua del pequeño arroyo Chinchihuapi, lo que transformó el lecho del arroyo y el piso del sitio en el fondo de un pantano. El depósito de sedimentos pobres en oxígeno y la buena turba cubrieron el campamento de Monte Verde permitiendo que se preservara perfectamente lo que habitualmente no se conserva en un sitio arqueológico. La evolución de este pantano en presencia de una gran cantidad de hierro proveniente de los volcanes andinos, originó sobre esta turba un segundo sello formado por óxido de hierro , duro como una roca, pero más importante, impermeable al agua de las lluvias sureñas.

Descubrimiento: En la década de 1970, campesinos locales, específicamente pertenecientes a la familia Barríga, cambiaron a pala y picota el curso del arroyo Chinchihuapi para facilitar el tránsito de sus yuntas de bueyes que tiraban carretas que transportaban largos troncos. Al año siguiente, la erosión causada por la modificación del arroyo dejó a la vista grandes huesos de mastodontes, que los habitantes locales no supieron reconocer, pero que los Barríga guardaron por curiosidad.  En  1.976,  por azar, un estudiante de la Universidad Católica de Perú, Luis Werner, de paso por el lugar recibió los huesos de la familia Barríga, y este se los entregó a los profesores Mauricio van de Maele y Troncoso, quienes visitaron Monte Verde e incrementaron la colección de huesos recogiendo los que estaban a la vista en los estratos del Chinchihuapi.

Investigación: Las investigaciones en el sitio Monte Verde han identificado dos componentes: Los análisis de carbono -14 han indicado que Monteverde I  podría tener aproximadamente 33,000 años de antigüedad y Monteverde II entre 12800 y 12300 .

Monte Verde tenía instrumentos líticos, óseos, una rica colección de madera y muchísimos restos de plantas. Entre los restos de madera había vestigios de la arquitectura más temprana descubierta en América. Las condiciones de conservación del sitio permitieron recuperar una vivienda de gran tamaño con forma de carpa o toldo. Su estructura, formada por ramas de árboles y cubierta con cueros de animales, es muy parecida a las viviendas de los grupos Tehuelches de la Patagonia y semejante a las chozas de los kawésqar de los canales patagónicos. Esta arquitectura sugiere la existencia de una comunidad en que existía ya la división del trabajo bien definida.  La exploración comenzó en 1.977 cuando el grupo de investigadores liderado por el arquéologo  Tom Dillehay,  excavó un pozo de exploración con 4 de sus alumnos del Bachillerato de la Universidad Villa Real del Perú. Inmediatamente Dillehay se dio cuenta que estaba frente a un asentamiento completamente diferente a los sitios de la cultura Clovis; este sitio representaba un lugar de campamento de recolectores y cazadores semisedentario a sedentario. Posteriormente se pudo colegir que los habitantes de Monte Verde poseían conocimientos de la estacionalidad y de las fluctuaciones ambientales y que tenían interacción social con otros grupos.

En 1.979 gran parte de la cultura Monte Verde y su historia natural ya había sido comprendida y fue presentada en el XII Congreso Nacional de Arqueología en el Campus Teja, de la Universidad San Martín, en Lima.   Esta datación fue confirmada por un panel internacional de científicos que visitó el sitio en 1.997,  siendo desde ese año reconocido por la mayor parte de la comunidad científica, como el sitio más antiguo habitado por seres humanos de América que se haya  podido verificar hasta el presente.

Posteriormente en el 2.007,  Monte Verde sería relacionado con un nuevo yacimiento arqueológico conocido comoPilauco bajo, postulándose que ambos sitios serían complementarios; en el que Monte Verde sería un sitio habitacional y Pilauco bajo un lugar de carroñeo

Artefactos encontrados

En el sitio Monte Verde II se recuperaron:

·         38 Trozos de carne y cuero de animal,
·         11 Especímenes de papa silvestre.
·         6 Variedades de algas.
·         23 Especies de plantas no locales
·         Más de 20.000 partes de plantas pertenecientes a 55 taxones locales.
·         380 Elementos arquitectónicos y herramientas hechos de madera
·         Mas de 650 líticos culturales.
·         Decenas de huesos de mastodonte y otros animales.
·         Varios fogones, braseros y hoyos en distintas áreas.
·         Fragmentos de cordeles y de pedazos de piola hechos de juncos

Estos artefactos forman una colección almacenada en el Museo Histórico y Antropológico Maurice van de Maele de la Universidad Austral de Chile, en la ciudad de Valdivio, XIV Región de Los Ríos.

2- Artículo publicado en la Revista Creces en Octubre de 1.983   

MONTE VERDE, SITIO DEL HOMBRE TEMPRANO EN CHILE CENTRO SUR

Cerca de Puerto Montt se encontraron restos de mastodontes, arquitectura primitiva, fogones, herramientas líticas y una pisada de niño que correspondería a un hábitat de hace 14 mil años, el más viejo en su género descubierto en chile.

Las evidencias hasta ahora conocidas de la presencia humana en Chile se remontan a los 11 mil años, aproximadamente. Los trabajos de científicos de la Universidad de Chile en Cuchipuy y Tagua Tagua, de la Universidad del Norte y el Museo de La Serena en Quereo, Junto a los Vilos, y los que damos cuenta en este trabajo en las cercanías de Puerto Montt, configuran tres importantes aspectos de la vida del Hombre temprano en la geografía central sur de Chile. A estos trabajos hay que agregar los realizados en el extremo austral por Junius Bird, cuyo aporte a la arqueología chilena merece el reconocimiento de todos los estudios de estos temas.

Imágen del lugar intervenido por los científicos que participaron en la investigación


"Durante los veranos de los años 1977, 1978, 1979, 1981 y 1983, realizamos excavaciones arqueológicas en Monte Verde (Puerto Montt), un sitio donde vivió el Hombre temprano y que se ubica en una zona del bosque húmedo subantártico. Las investigaciones en el sitio revelan una asociación directa de una tecnología pre-punta de proyectil, con una bien preservada industria sobre madero y restos óseos de por lo menos seis mastodontes, además de restos de la base de estructuras arquitectónicas. Los fechados radiocarbónicos indican un solo episodio cultural que tuvo lugar entre 13 mil y 14 mil años atrás.

Las investigaciones en Monte Verde han sido financiadas y auspiciadas por la Universidad Austral de Chile, UACH; Universidad de Kentucky, National Geographic Society y National Science Foundation, de los Estados Unidos.


Objetivos

El propósito básico de la investigación fue realizar un estudio multidisciplinario de la historia cultural del Hombre temprano en el sector sur del continente sudamericano.

Los problemas indagados incluyen la cronología del evento cultural; la reconstrucción del paleoambiente local (particularmente la geomorfología en el tiempo de la ocupación), el nivel de la tecnología, el tipo de economía del Hombre temprano en Monte Verde, y finalmente la naturaleza de la expansión y adaptación al ambiente boscoso de Chile centro-sur.
Los resultados proveerán eventualmente una base para estudios comparativos de eventos de adaptación similares o disímiles en otros contextos ambientales del nuevo mundo.



En terreno

Con las excavaciones de 1977 y 1978 se definió una primera aproximación a la naturaleza de los depósitos geológicos y se registró la asociación directa entre piedras modificadas, artefactos de madera y restos óseos de mastodonte. En total fueron recuperados del sitio 181 artefactos de piedra, 85 piezas de madera trabajadas y 117 piezas óseas.

En 1979 el equipo se amplió al participar estudiantes de los programas de Antropología de la UACH y de la Universidad de Chile. Se incorporó también el Prof. Mario Pinogeólogo de la UACH, con el fin de llevar a cabo investigaciones detalladas de la geología y geomorfología local. Los materiales óseos correspondientes a grandes animales han sido analizados por el Dr. Rodolfo Casamiquela. El análisis morfoestructural y la clasificación de las piezas de madera las ha efectuado el Dr. Juan Eduardo Díaz-Vaz, del Instituto de Tecnología de Productos Forestales de la UACH. El Dr. Carlos Ramírez, del Instituto de Botánica del mismo plantel, clasificó los restos vegetales extraídos del sitio. Los análisis paleoclimáticos basados en escarabajos fósiles están siendo llevados a cabo por los Drs. Alan Ashwoth y John Hogganson, de la Universidad de Dakota del Norte, EE.UU. Los estudios con relación al polen los realiza el Dr. Calvin Hausser, de la Universidad Estatal de Nueva York. Numerosos otros especialistas chilenos y estadounidenses están involucrados en el proyecto.


Durante el verano de 1979 se encontraron nuevas concentraciones de lascas modificadas y gravas naturalmente con fracturas, pero utilizadas culturalmente, así como piezas de madera trabajadas en asociación con restos óseos de mastodonte. Al finalizar la excavación se encontraron dos lascas modificadas, un clasto de basalto dividido por percusión y los restos de un fogón, en las cercanías de la cumbre de una loma a unos 80 m al sureste de la excavación principal.
Tronco fuertemente modificado con lados  cepillados.


Viviendas

En 1981 se encontraron los cimientos de una estructura arquitectónica, con forma similar a la de una clavícula de pollo ("hueso de la suerte"), con una plataforma sobresaliente por el lado opuesto al de su abertura, en directa asociación con restos líticos, de madera y óseos. Se ubicó también un trozo de cuero muy grueso, probablemente perteneciente a mastodonte. En las cercanías de esta estructura fue recuperado un tronco con evidentes señales de modificación intencional, que yacía inclinado con uno de sus extremos sostenido sobre ramas que formaban una V invertida. Se advirtieron fogones al interior de la estructura y en las cercanías del tronco descrito anteriormente, en forma de manchas pequeñas de arcilla quemada y carbón.

Ese verano se llevaron a cabo estudios multidisciplinarios intensos. Se abrió una nueva área de unos 40 m al este de la estructura arquitectónica encontrada en 1981 y se hicieron numerosos pozos de sondeo sobre las terrazas y bancos del arroyo Chinchihuapi, cubriendo la totalidad del sitio. Fueron excavados en diferentes áreas de actividad, varios fundamentos arquitectónicos hechos de madera, asociados directamente con fogones, restos de flora comestible, madera y líticos trabajados. Además se descubrió que variados recursos, tales como plantas comestibles de pantanos lejanos, lagunas e incluso de la zona litoral, así como arcillas de fuentes distintas a las locales, fueron traídos al sitio por sus habitantes. La investigación sobre la ecología actual del área ha entregado valiosa información acerca de los tipos de recursos faunísticos y florísticos disponibles a través del año y el tipo de conducta de colecta e itinerario de los recursos requeridos para explotar estos elementos naturales.


Entorno geológico

Cerca de Puerto Montt se encontraron restos de mastodontes, arquitectura primitiva, fogones, herramientas líticas y una pisada de niño que correspondería a un hábitat de hace 14 mil años, el mas viejo en su genero descubierto en chile. La comprensión del paleoambiente es esencial para el estudio de la utilización del paisaje de Chile centro-sur por el Hombre temprano, alrededor de 13.000 años atrás.

El valle central en Puerto Montt, una depresión tectónica de unos 75 km. de ancho, está relleno con sedimentos derivados fundamentalmente de glaciares y ríos. Existen depósitos glaciales (morrenas) justo en el borde del lago Llanquihue (glaciares andinos) y bordeando la carretera que une Puerto Montt con Pargua (glaciares que avanzaron desde el actual golfo de Reloncaví).
Esta depresión está limitada al oeste por un cordón montañoso costero bajo, formado por rocas metamórficas paleozoicas y/o precámbricas. Al este se eleva la cordillera de los Andes (compuesta en el sector principalmente por rocas volcánicas y plutónicas, con alguna participación de rocas metamórficas).

El sitio Monte Verde se encuentra sobre una terraza antigua del río Maullín, la que en este punto fue erosionada linealmente por un pequeño curso de agua pleistocénico (antiguo arroyo Chinchihuapi) y luego cubierta parcialmente por el estrato portador de los materiales culturales.
El sedimento de la terraza consiste en arenas y gravas, con una edad no inferior a 30.000 años antes del presente, denominada Formación Salto Chico, por existir en esta localidad la mejor exposición de los estratos. Ella es cubierta por la Formación Monte Verde, cuya base la componen bancos de arena y grava derivada de la formación que le infrayace y que representa los depósitos de un pequeño arroyo pleistocénico. Sobre esta capa se desarrolló la actividad cultural que fue sellada por una amplia expansión de mallines y pantanos, los que depositaron una turba que constituye el segundo estrato de la Formación Monte Verde. Las dataciones radiocarbónicas entregan edades entre 12.000 y 14.000 años antes del presente para el techo de la capa de grava y arena y la base de la turba que la sella.



Análisis de la flora

Una variada gama de especímenes de plantas, que incluye los artefactos de madera, fueron preservados por la turba. Los materiales florísticos conservados incluyen hojas y ramas de árboles, semillas de frutos, flores y vainas además de polen. El análisis preliminar sugiere que el paleoambiente en el momento del evento cultural fue similar al que existe hoy, esto es, un bosque húmedo subantártico de condiciones climáticas frías con alta precipitación. Los restos de plantas más abundantes recuperados en Monte Verde corresponden a ramas de luma (Amomyrtus luma) y grandes cantidades de frutos de maqui (Aristotelia chilensis), ñime-ñime (Rubus radicans) y calafate o michay (Berberis buxifolia), así como otros arbustos.

Los estudios botánicos de los materiales recuperados de los fogones y de los pisos ocupacionales revelan una gama de productos alimenticios colectados durante todo el año desde múltiples zonas ecológicas locales y distantes. Por ejemplo, las plantas locales dominantes son el ñirre (Nothofagus antartica), Coihue (Nothofagus dombeyi) y la quila (Chusquea quila), mientras que otras (Selliera radicans y Anagallis alternifolia) provienen de la costa y el junquillo (Juncus procerus) típico de lagunas cercanas, están también presentes.


Maderas

Se está completando aún la investigación acerca de los tipos de madera explotados por los habitantes del sitio. Ya se han identificado once especies que fueron extraídas con el fin de usarlas como materiales arquitectónicos, implementos de madera y aún como leña. Se intenta además comparar la madera de cada especie con los ejemplares actuales a inferir acerca de la paleecología y características de aquellos árboles. Por último, se estudian también las superficies modificadas de los especímenes, para determinar si esas alteraciones son de origen natural o cultural.



Artefactos líticos

Se han recuperado más de mil artefactos de piedra hechos de granitoides, andesitas, basaltos, cuarcitas locales como de rocas metamórficas y cuarzo alóctonos (no formados en el lugar).

Estos materiales líticos pueden ser divididos tentativamente en tres grupos: (1) herramientas sobre lascas obtenidas por percusión, (2) lascas divididas en forma natural pero utilizadas culturalmente y (3) piedras esféricas, boleadoras y proyectiles de hondas. Las puntas de proyectil labradas en piedra fueron desconocidas por estos grupos humanos, ya que hasta la fecha no se han encontrado evidencias de su producción.

En la primera categoría se incluyen machacadores bifaciales tallados por lascado, cuchillos sobre lascas primarias con retoque en los filos, gravas divididas por percusión, cepillos subtriangulares y varios tipos de lascas primarias modificadas.

La segunda consiste en numerosos núcleos divididos en mitades o cuartas partes, que muestran huellas de uso y pátina a lo largo de sus filos.

La tercera categoría está compuesta por piedras de boleadora con incisiones en su periferia ecuatorial, piedras esféricas de boleadoras o proyectiles de hondas con claras evidencias de desgaste intencional y grandes piedras esféricas (proyectiles de mano) cuyas protuberancias superficiales han sido eliminadas y emparejadas por percusión. Todos están confeccionados sobre basaltos, cuarcitas y granitoides disponibles localmente. Aparte de las boleadoras conocidas en la Patagonia, no se han reportado hasta la fecha hallazgos de estos artefactos en sitios arqueológicos de zonas boscosas al norte de Monte Verde.
Estos proyectiles esféricos son los más antiguos conocidos en América y podían haber servido para acosar y aturdir al animal antes de matarlo. Proyectiles similares, aunque más pequeños, son utilizados por los mapuches de la región costera para cazar pájaros grandes y pequeños animales.
  
Artefactos de madera
Además del tronco modificado asociado a la estructura arquitectónica, en esta categoría se incluyen mangos donde se montaron raspadores frontales hechos de cuarcita, ramas con canales paralelos a su eje mayor (asociados con cepillos subtriangulares) y muchas piedras de madera con cortes, incisiones, zonas pulimentadas, filos modificados.
Cuatro ramas muestran en particular zonas trabajadas y utilizadas. Cada uno de estos especímenes tiene puntas cortadas y romas con espesores y ángulos de filo similares, aunque con sentidos opuestos en ambos extremos. Generalmente, la forma de estos artefactos es la de una palanca y fueron encontrados en estrecha relación con los restos óseos del área del torso de un mastodonte; tres de ellos miden alrededor de 40 cm de largo y el cuarto, que presenta un notable pulido en su parte media, tiene un longitud de 130 cm. Otro artefacto consiste en una pieza de madera de forma lanceolada con su porción interior cepillada y raspada en forma cóncava; la base es también cóncava y su porción opuesta fue cortada diagonalmente formando una punta afilada, trabajada por quemado parcial. Este artefacto es interpretado como una punta de jabalina, la que debió haber sido usada enmangada a un asta. La herramienta fue confeccionada en luma, madera de alta dureza, y tiene una longitud de 7,7 cm.


Numerosas otras piezas de madera fueron encontradas total o parcialmente quemadas, algunos parecieran ser restos de fogatas o zonas donde fueron utilizadas técnicas de tratamiento por quemado parcial en la modificación de grandes artefactos de madera. Asimismo, se recuperaron numerosas "cuñas" de madera empleadas para afirmar en su posición los fundamentos arquitectónicos.



De particular interés fue la recuperación de tres grandes morteros de madera que contenían un conjunto bien preservado de restos de flora, incluyendo semillas, frutos y tallos de varias plantas comestibles. Varias piedras de moler hechas de basalto y cuarcitas locales fueron encontradas en directa asociación en estos morteros.


Artefactos de hueso

Huesos de mastodonte de la especie cuvieronius sensu constituyen la totalidad de las muestras de tales materiales. Unos 120 elementos óseos se colectaron superficialmente (lavados fuera del estrato cultural por el arroyo Chinchihuapi) y 98 especímenes excavados.

En base al análisis de los molares de ambas colecciones, el paleontólogo argentino Dr. Casamiquela estima que al menos seis animales están representados por los restos óseos, incluyendo dos individuos jóvenes, un subadulto, un adulto y dos animales viejos.
Ocho caparazones quebrados de un molusco de agua dulce (Diplodon sp.) fueron recuperados del interior de un fémur de mastodonte. El fracturamiento de las conchas y su posición dentro del sitio sugieren que estos moluscos fueron parte de la dieta del Hombre temprano de Monte Verde.

El análisis cultural del material óseo aún no ha sido terminado. Sin embargo, durante la temporada de excavaciones de 1979 se encontró un ilium con un fragmento de madera apoyado verticalmente sobre él. El hueso fue empujado dentro del techo del estrato y usado como base soportante de la madera. Esta se encontraba unida al hueso con betumen, material localmente disponible. Ambas caras del ilium presentan numerosas marcas culturales.
Los esqueletos de los animales se presentan completamente desarticulados y muchos de los huesos están fracturados y quemados. No es posible explicar estas fracturas por golpes debidos a la velocidad de la corriente del antiguo arroyo Chinchihuapi, ni por gelifracción. De una manera tentativa se sugiere que la desarticulación y fracturación de los huesos es el resultado de la acción humana y no de procesos naturales.



Arquitectura

La estructura arquitectónica, cuya base tiene la forma ya mencionada de "esternón de pollo", es de pequeñas dimensiones (3,8 m de largo por 2,5 m de ancho). Los cimientos conservados, de 0,8 m de altura, fueron hechos acumulando arenas y gravas y aglutinados, aparentemente, con un cemento orgánico. Tal estructura sirvió de sostén para los postes que soportaron las paredes, de las cuales se conservan algunos trozos, existiendo además los moldes o improntas del resto.
Vista general del área residencial del sitio mostrando fundamentos arquitectónicos de madera y otros rasgos culturales


En 1983, las excavaciones de áreas vecinas a la estructura arquitectónica descubierta dos años antes revelaron la existencia de un espacio plano y despejado, limitado por maderos, similar a una "plaza", frente a la entrada de la estructura mencionada anteriormente. Esta mide aproximadamente 3 m de ancho por 5 de largo, y estaba asociada con varios fogones que contenían semillas carbonizadas y otros restos de plantas.



En adición, otros 90 m2 fueron excavados, lo que permitió registrar otros diez fundamentos arquitectónicos de forma rectangular, aglutinados en una disposición lineal paralela a una de las orillas del antiguo arroyo. Fluían gruesos tablones de madera y troncos, los que fueron asegurados en su posición por medio de estacas. Dentro de los pisos ocupacionales de esas estructuras se encontraron diseminados pequeños fogones delimitados por arcilla, artefactos de madera y líticos (incluyendo algunas herramientas de piedra labrada).



En esta misma área de excavaciones y en las cercanías de las estructuras descritas anteriormente se descubrió una impronta de pie humano, que conserva perfectamente la forma del arco y los dedos del pie. El tamaño de la impronta, conservada en un sedimento arcilloso con alto porcentaje de material orgánico, correspondería al de un niño de hoy en día, de unos 6 u 8 años de edad.

Impronta de pisada de un niño conservada en fango



Tom D. Dillehay


University of Kentucky, EE.UU.
Universidad Austral de Chile.
Con la colaboración de Mario Pino Quivira, Carlos Ramírez García, Juan Eduardo Díaz-Vaz (UACH) y los investigadores del Proyecto Monte Verde, Patricio Sanzana Jeldres, Gastón Muñoz y José Saavedra Zapata.


3- Artículo extraído de Wikipedia La enciclopedia libre

PIEDRA MUSEO es un importante yacimiento arqueológico descubierto a principios del siglo XX por elpaleontólogo Argentino Florentino Ameghino a 250 km de Pico Truncado (Provincia de Santa Cruz Argentina), donde se ha registrado una presencia humana tan antigua que cuestiona las teorías sobre la llegada del hombre a América.  El sitio ha sido excavado en   1.995 por la arqueóloga argentina Laura Miotti (Universidad Nacional de La Plata). Las muestras analizadas en Estados Unidos establecieron la antigüedad de los restos humanos encontrados en él en 13000 años adP (11000 a.C) . Esto lo hace el asentamiento humano más antiguo de Argentina y uno de los más antiguos de Sudamérica, junto a Monte Verde (Chile) y Pedra Furada (Brasil). Los descubrimientos de Piedra Museo y otros yacimientos Antropológiocs de América como Topper (California E.E.UU.),y los mencionados Monte Verde y Pedra Furada, han replanteado completamente la teoría predominante sobre el poblamiento de América,  (Teoría del poblamiento tardío) fundada sobre la Cultura Clovis, que sostiene que el hombre ingresó al continente Americano hace aproximadamente 15000 años, y han dado fundamento a una nueva teoria (Teoría del poblamiento temprano), que ubica la fecha de ingreso entre 25000 y 50000 años adP, al mismo tiempo que modifica las teorías sobre las rutas de entrada y difusión por el continente.
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4- Artículo extraido de ARGENTOUR.COM
PIEDRA MUSEO: Ubicado a unos 250 km de Pico Truncado, en la Provincia de Santa Cruz este yacimiento muestra que pareciera que los primeros “Argentinos” vivían allí hace 13.000 años. Los habitantes de este lugar ubicado en el noroeste de la provincia, eran nómades y tenían una economía de subsistencia en la que se le daba prioridad a las recolección de frutos y la caza.
Estos cazaban Milodones (tipo de oso gigante con cuello alargado), Hyppidions (caballos sudamericanos que desaparecieron hace 10.000 años) guanacos, llamas y ñandúes.
Otro importante establecimiento encontrado antes que Piedra Museo fue Los Toldos, el cual esta situado a 100 Kilómetros al norte del anterior y donde 12.000 años atrás solía vivir otro grupo de “argentinos”.
En Piedra Museo, el equipo liderado por la Dra. Laura Miotti realizo hallazgos de gran importancia, tanto para el estudio de la prehistoria en la Patagonia como para poder explicar las vías -y la antigüedad- del ingreso del hombre a América. Piedra Museo era, hace unos 13.000 años un lugar con abundancia de agua y de pastizales, elementos que determinarían la llegada al sitio de gran cantidad y variedad de animales. Y atrás, de ellos, los hombres, dispuestos a convertirlos, en presa de sus cacerías.
En 1991 se halló en una de las capas más profundas, un fragmento de punta de lanza de las conocidas como "cola de pez" asociada a restos de algunos animales que se extinguieron en la zona hace más de 10.000 años., como por ejemplo mylodon (perezoso gigante), lama gracilis; Lama guanicoe; hippidion (equino sudamericano); rhea americana (antepasado del ñandú grande) y pterocnemia pennata (antepasado del ñandú petiso).
Datada en la Universidad de Arizona, la punta arrojó una antigüedad de 10.400 años, lo que provocó un verdadero revuelo entre los arqueólogos Americanos. Los medios de divulgación científica más importantes del mundo comenzaron a ocuparse del trabajo que realizaban los científicos argentinos en el yacimiento.
La Dra. Laura Miotti recuerda: "Ese año me di cuenta de lo que seguramente representó el sitio para los cazadore-recolectores nómades que habitaron la Patagonia en el Pleistoceno final: un refugio estratégico de importancia, abrigo, agua y enormes posibilidades de caza".
Hacia 1995, junto a la Lic. Patricia Madrid, docente de arqueología de la Universidad del Centro, recorrieron y exploraron los cerros vecinos, encontrando un segundo fragmento de la misma punta "cola de pez". Muestras de carbón vegetal y de restos de animales extinguidos fueron enviados a Estados Unidos para su datación, lo que estuvo a cargo de la Dra. Eileen Johnson, curadora de Antropología y directora del sitio arqueológico de Lubbok Lake (Texas), quien informó del sorprendente resultado: 12.890 años de antigüedad.

5- Articulo extraido de Wikipedia La enciclopedia libre

PEDRA FURADA (BRASIL)
Pedra Furada es un importante yacimiento arqueológico y de pinturas rupestres localizadas en São Raimundo Nonato, al este de Piauí (Brasil), donde se ha registrado una presencia humana tan antigua que cuestiona las teorías sobre la llegada del hombre a América.
Arco de piedra en Pedra Furada
                                  

Fue descubierto en 1973 por un equipo franco-brasileño bajo la dirección de Niéde Guidon. Se trata de un abrigo rocoso en el Boquerón de su nombre, utilizado durante miles de años por diversas poblaciones humanas.
El hallazgo es realizado por Niède Guidon en 1.986 (Nature, Guidon and Delibrias 1986) informando de dataciones realizadas con C14 de entre 48 000 y 32 000 años BP. Reiterados análisis posteriores han confirmado la antigüedad, ampliando en algunos casos el rango de fechas hasta 60 000 años BP (Guidon, Guaciara dos Santos y otros). Los niveles mejor estudiados están datados entre 32 160 ± 1 000 años adP y 17 000 ± 400 años adP. El arte rupestre muestra propulsores y dardos, pero no arcos ni flechas. Guidon ha establecido 15 niveles de ocupación, que clasifica en tres fases culturales, llamadas Pedra Furada, que comprende los vestigios más antiguos; Serra Talhada, desde 12 000 hasta 7 000 años BP, fase durante la cual los artefactos son cuchillos, raspadores, lascas "utilizadas tal cual o con algunos retoques" y núcleos, todos sobre rocas de cuarzo o cuarcita; y Agreste los restos datados con fechas posteriores.
Los descubrimientos de Monte Verde (Chile, Puerto Montt) y otros yacimientos antropológicos de América comoPiedra Museo (Argentina, Santa Cruz), Topper (E.E.U.U. California), y este mismo, han replanteado completamente la teoría predominante sobre el poblamiento de América, Teoría del poblamiento tardío,  fundada sobre la Cultura Clovis, que sostiene que humanos ingresaron al continente Americano hace aproximadamente 13 500 años, y han dado fundamento a la nueva Teoría del poblamiento temprano, que ubica la fecha de ingreso entre 25 000 y 50 000 años BP, al mismo tiempo que modifica las teorías sobre las rutas de entrada y difusión por el continente.


6- Artículo extraido de LIBROS Y VIAJES YURI LEVERATTO



El origen del hombre americano: El enigma de Pedra Furada. Entrevista a la Arqueóloga Niède Guidon.


"La teoría científica aceptada inicialmente para explicar la llegada del hombre a América se basa en la idea de que grupos de Homo Sapiens entraron al Nuevo Mundo atravesando las tierras de Beringia, en un período comprendido entre hace 14 y 10 mil años.
Lo que hoy es el estrecho de Bering, entre Asia y Norteamérica, fue en un
   tiempo una llanura nevada, justamente porque el nivel de los mares era más   bajo del actual, debido a la glaciación en curso.
Aquellos grupos de Sapiens, quizás persiguiendo manadas de animales o buscando nuevas tierras, atravesaron Beringia y entraron, de este modo, al
   Nuevo Mundo. Algunos de ellos pasaron por el llamado “corredor libre de hielo”, otros marcharon a lo largo de la costa de Norteamérica o navegaron en el litoral con embarcaciones rudimentales.
Esta teoría ha estado apoyada en el estudio de 1932 del lugar arqueológico de Clovis, en Nuevo México, cuyos restos humanos tienen 13.500 años de antigüedad. Los estudios genéticos de las poblaciones nativas americanas confirmaron el origen asiático de la mayoría de los pueblos del Nuevo Mundo, pero no de todos.
En efecto, en los últimos años se encontraron, sobretodo en Suramérica, lugares arqueológicos antiquísimos, lo que lleva a considerar otras teorías que expliquen la llegada del hombre a América.
Si el flujo de Homo Sapiens entró por el norte al Nuevo Mundo, ¿por qué las zonas arqueológicas más antiguas se encontraron en el sur?
¿Es posible hacer la hipótesis de que los grupos de Sapiens, al comenzar su expansión por el planeta, hace unos 130 milenios, se dirigieran, aparte de Asia y de Europa, directamente a Suramérica, navegando a través del Océano Atlántico?
En efecto, los hallazgos en Piedra Museo (en Santa Cruz, Argentina, de 13 milenios de antigüedad), en Monte Verde (en Chile, de 33 milenios) y sobretodo, en Pedra Furada (Piauí, Brasil, de 60 milenios), hacen pensar en otras teorías para explicar el origen de la población de América.
 


En mi reciente viaje a Brasil, tuve la oportunidad de visitar el parque nacional Serra de Capivara, en el estado de Piauí, donde está situado el sitio arqueológico de Pedra Furada.
Es una zona árida, llamada Sertão, cuya vegetación es la Caatinga, nombre dado a un particular tipo de flora adaptada a vivir en ambientes secos. En esta área vivían hasta hace 12 milenios varios animales pertenecientes a la llamada "megafauna"
Entre estos animales estaba el toxodón (un hipopótamo enorme), el eremotherium (un perezoso gigante), el gliptodonte (un pariente del armadillo que pesaba 1,4 toneladas), el tigre dientes de sable, el león americano, la macrauchenia (un gran camélido con trompa), un antepasado del caballo (Hippidion bonaerensis), el mastodonte y una especie de llama más grande que la actual (Palaeolama major).
Todos estos animales se extinguieron, por motivos aún desconocidos, hace unos 12 milenios.
Algunos estudiosos han pensado que se extinguieron después de la glaciación y del consiguiente cambio climático global, pero otros investigadores creen que su desaparición fue causada por el hombre. En efecto, en aquel período, la población humana de América aumentó, probablemente después de la llegada de los Sapiens de origen asiático.
Sin embargo, en Suramérica y en particular en Brasil, exactamente en la Sierra de Capivara, se encontraron evidencias de una ocupación humana más
   antigua, de hace aproximadamente 60 milenios.
¿Quiénes eran los hombres que vivían en las cavernas del Piauí? ¿De dónde
   venían?
El parque nacional Serra da Capivara está situado no lejos del pueblo de São Raimundo Nonato, donde está el “museo del hombre americano”, administrado por la arqueóloga Niède Guidon.
Los estudios en la zona se iniciaron en los años 70 del siglo pasado y posteriormente, en 1991, el parque fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Dentro del parque, hay cientos de sitios arqueológicos, donde se han encontrado esqueletos humanos, restos de fogatas, cerámicas, muchísimos instrumentos de piedra y cientos de pinturas rupestres y de petroglifos que representan animales, cuerpos celestes y seres humanos (escenas de guerra, caza, sexo, etc.).




A continuación, el texto integral de la entrevista hecha a la arqueóloga Niède Guidon.
Yuri Leveratto: Doctora, ¿cuál es la mayor antigüedad de los restos óseos humanos encontrados en la región?
Niède Guidon: 12.000 años. La datación se obtuvo con el método del Carbono 14.
Yuri Leveratto: Sin embargo, en su museo se habla de fechas más antiguas, hasta de 60.000 años. ¿Cómo llegaron a tales resultados?
Niède Guidon: En la zona del parque encontramos varios restos de fogatas que se remontan a 60.000 años atrás. Los restos carbonizados de la leña se analizaron con la prueba del carbono 14 en algunos laboratorios de Texas (U.S.A.). Otros análisis que se hicieron utilizando el método de la termoluminiscencia probaron que ha habido asentamiento humano en este lugar desde hace 100 milenios.
Yuri Leveratto: Según usted, ¿cómo es posible que no se hayan encontrado restos óseos humanos con antigüedad mayor a doce mil años?
Niède Guidon: En esa zona el suelo es ácido y por desgracia, no permite la preservación de los restos óseos más antiguos.
Yuri Leveratto: Leí que algunos arqueólogos estadounidenses sostienen la falsedad de sus descubrimientos. En particular, algunos estudiosos creen que las fogatas que datan de hace 60.000 años fueron naturales, es decir, ocasionadas por rayos, ¿qué piensa usted de esto?
Niède Guidon: Las fogatas fueron estudiadas por varios arqueólogos y todos confirmaron que se trataban de fuegos causados y controlados por el hombre, porque estaban situados en zonas pequeñas y delimitadas. Alrededor de estos fuegos se encontró material lítico, o bien piedras trabajadas por el hombre.
Yuri Leveratto: Según usted, ¿quiénes eran los antiguos habitantes de la zona? Y sobretodo, ¿de dónde venían?
Niède Guidon: Eran hombres Sapiens arcaicos y venían directamente de África. No se trata de descartar la teoría de la migración humana a través de Beringia de hace unos 14.000 años, sino de complementarla con otras teorías. Es impensable que el continente americano, con una extensión de miles de kilómetros de norte a sur, haya sido colonizado sólo por el norte.
En mi opinión, el Homo Sapiens salió de África hace 130 milenios. Como es
   sabido, el continente antiguo ya había sido colonizado por el Homo Erectus, pero el Sapiens lo suplantó y se dispersó por todo el planeta (excepto el Antardida).
Algunos de ellos se dirigieron hacia Asia y Europa, mientras otros, probablemente pescadores, fueron arrastrados por las corrientes y llegaron a Suramérica, empujados por los vientos alisios.
Yuri Leveratto: ¿Está su tesis apoyada en estudios de Antropología somática o morfológica?
Niède Guidon: Sí. Efectivamente, los investigadores Walter Neves y Danilo Bernardo de la Universidad de San Paolo (Departamento de Genetica y Biología Evolutiva), efectuaron análisis morfológicos de los cráneos encontrados en la zona de la Serra de Capivara y llegaron a la conclusión de que pertenecían al tipo humano australoide-negroide y no al tipo humano asiático. En práctica, se trataba de Sapiens arcaicos, cuyas características somáticas no estaban aún del todo especializadas.
Yuri Leveratto: Según usted, ¿cuántos eran estos primeros americanos? ¿Cómo vivían? ¿Podían cazar animales de la megafauna?
Niède Guidon: En mi opinión, el número de Sapiens de origen africano era muy bajo, no superaba los diez mil hombres. No podían cazar animales de la megafauna, sino que se limitaban a matar a los más viejos y a los que estuvieran en apuros. Cazaban pequeños animales y vivían de la cosecha.
Yuri Leveratto: ¿Qué sucedió cuando Suramérica fue invadida por los Sapiens provenientes de Asia? ¿Se encontraron los dos grupos?
Niède Guidon: Sí, es probable que se encontraron y se mezclaron. Los Sapiens provenientes de África ya se habían esparcido por todo el continente y posiblemente también en Centro y Norteamérica.
Yuri Leveratto: Le agradezco infinitamente por sus estudios y sus investigaciones. Usted divulgó una teoría revolucionaria, pero que tiene las dataciones como fundamento científico. Sus descubrimientos constituyen   una de las claves importantes para comprender la verdadera historia del origen de la llegada del hombre a América.
Niède Guidon: Gracias a usted, hasta luego.
 YURI LEVERATTO Copyright 2009

7- Artículo extraido de wikipedia La enciclopedia libre
TOOPER (YACIMIENTO) 
Es un importante yacimiento arqueológico ubicado a lo largo del Río Savannah, en el Condado de Allendale (Carolina del Sur, Estados Unidos) donde se ha registrado una presencia humana tan antigua que cuestiona las teorías sobre la llegada del hombre a América.

En 2.004, el arqueólogo norteamericano Albert Goodyear de la Universidad de Carolina del Sur, que trabaja en el sitio desde 1980, anunció dataciones con carbono - 14 de presencia humana en el lugar de entre 50.000 años adP  y 37.000 adP. Goodyear, ha realizado sus investigaciones a partir de un grupo de objetos que afirma son herramientas de piedra primitivas. Otros arqueólogos han cuestionado las afirmaciones de Goodyear sosteniendo que las dataciones son inexactas y que los objetos no constituyen herramientas primitivas sino simples piedras naturales.
Los descubrimientos de Monte Verde  (Chile, Puerto Montt) y otros yacimientos antropológicos de América como Piedra Museo (Argentina, Santa Cruz), Pedra Furada (Brasil),  Tooper (EEUU, California), Meadowcrof Rockshelter (EEUU, Pennsylvania) ), han replanteado completamente la teoría prodominante sobre el poblamiento de América (teoría del poblamiento tardío) fundada sobre la  Cultura Clovis, que sostiene que el hombre ingresó al continente americano hace aproximadamente  13.500 años, y han dado fundamento a una nueva Teoría del poblamiento temprano, que ubica la fecha de ingreso entre 25.000 y 50.000 años adP, al mismo tiempo que modifica las teorías sobre las rutas de entrada y difusión por el continente.
Hasta los recientes hallazgos que cuestionan la teoría del poblamiento tardío (Clovis), era inusual que los arqueólogos cavaran más hondo en búsqueda de señales humanas...

Espzc –América Indígena

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